Es indiscutible que actualmente las redes sociales se han convertido en una parte esencial en el día a día de muchos jóvenes. Existe debate acerca de si tienen beneficios y lo cierto es que ayudan a que los jóvenes conecten con sus amigos y familiares, encuentren muchas opiniones y perspectivas sobre muchos temas… Sin embargo, la investigación actual demuestra que el uso no responsable y/o excesivo de las redes sociales puede guardar relación con efectos negativos sobre la salud mental.
A continuación se exponen las diversas formas en que las redes sociales pueden influir en el bienestar mental de los jóvenes:
- Comparación social: Las plataformas de las redes sociales pueden alimentar las comparaciones sociales, haciendo que los jóvenes se sientan insuficientes e incluso inadecuados en comparación con los demás. El hecho de que las imágenes que se muestran sean imágenes perfectamente editadas (no reales) y las vidas que se muestran sean aparentemente ideales pueden llevar a que los jóvenes crean que no están cumpliendo ciertas expectativas.
- Aislamiento social: Aunque las redes sociales facilitan en algunos casos las conexiones con amigos, pueden hacer que los jóvenes pasen demasiado tiempo online, causando que no interactúen socialmente en persona. Como consecuencia, esto puede hacer que se sientan solos y experimenten emociones negativas como la ansiedad.
- Adicción: Tal y como dicen los propios creadores de las plataformas de medios sociales, éstas están diseñadas intencionadamente para crear adicción. Su uso no responsable/excesivo puede interferir con el sueño, el trabajo y otras actividades esenciales, lo que en última instancia repercute negativamente en la salud mental.
- Ciberacoso: En las plataformas en línea se da mucho acoso que tiene un impacto directo y significativo en la salud mental de los jóvenes. Es difícil escapar del acoso en línea y puede provocar ansiedad, depresión y otros problemas emocionales.
Es esencial que los jóvenes aprendan a utilizar las redes sociales de forma sana y equilibrada aplicando formas de control sobre límites de tiempo, reducción del uso de las redes sociales antes de acostarse, buscar apoyo social en persona y aprender a reconocer y prevenir el acoso en línea.
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